miércoles, 11 de abril de 2012

La voz de los objetos

"Los objetos tienen voz, nos hablan de sus propiedades y ventajas, nos explican su propio manejo y sus resultados prácticos o tocados de belleza e ideal... Publicidad, voz del objeto". Con esta cita del ensayista y crítico de cine Manuel Villegas López nos introducimos en un espacio simbólico de representación social: la publicidad. Ésta, a través de la construcción de escenarios, valoraciones y apariencias, se ha interpuesto entre productores y consumidores sustituyendo a la realidad.

El miedo al silencio o al espacio en blanco de los medios de comunicación se manifiesta también en esta sociedad de objetos de consumo en la que, si no hay novedades reales, habrá que inventarlas a través del diseño o del discurso publicitario. Jean Baudrillard, filósofo y sociólogo, crítico de la cultura francesa, en su libro El complot del arte afirma que "Nuestro mundo moderno es publicitario por esencia. Tal como es, se diría que fue inventado nada más que para publicitarlo en otro mundo".

Voy a "robarle" al catedrático Raúl Eguizábal de su libro Teoría de la publicidad una reflexión que me parece muy interesante a la hora de encaminar este blog, y es que el mundo es un anuncio de sí mismo, y nosotros mismos hemos sustituido la realidad por el anuncio. La dificultad de salir de este anuncio va unida a la dificultad de abandonar las apariencias y ficciones que hemos creado de objetos que representan y se representan. ¿Estaríamos de verdad dispuestos a renunciar al coche, el móvil, la televisión, los perfumes, las vacaciones...? ¿Estaríamos dispuestos a renunciar al mundo de ensoñaciones publicitarias, delirios de grandeza, ilusiones de belleza y ficciones seductoras?

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